El jueves compré una estupenda caja de fresas…
El viernes fui a comprar nata… pero estaba agotada en la tienda . El sábado y el domingo me olvidé de volver a la tienda, y lo cierto es que con las fresas sólo recuerdo tres recetas: fresas con nata, fresas con leche y azúcar, y macedonia de fresas y frutas. Como nata no conseguí, y para preparar las fresas con leche hay que hacerlo con antelación (el truco es partirlas con tiempo antes de comerlas para que suelten el jugo y se empapen bien de la leche y el azúcar) sólo tenía la opción de la macedonia pero tenía el mismo problema de la “anticipación” así que se quedaron esperando y esperando… con el problema de que empezaron a estropearse.
Ayer deprisa y corriendo preparé una riquísima mermelada de fresas y como de los dos botes que preparé me sobró un poco ¿en qué lo utilice? en unas deliciosas empanadillas dulces
Pocas personas se atreven a rellenar las obleas con dulce, pero os aseguro que es un postre rápido, sencillísimo, y muy rico. Se pone una buena cucharada en el centro, se dobla y se sellan los bordes con los dientes del tenedor y se fríen en aceite caliente rápidamente (también se pueden hacer en el horno), al sacarlas las ponemos en un plato con papel de cocina para que escurra el sobrante de aceite, y luego se espolvorean con azúcar
A ver si aguantáis a que se enfríen sin probarlas ¡¡ÑAM!!
1 comentario:
Hummm, qué buena pinta!!!
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