Soy una mater famili desnaturalizada...
Mi querida amiga Waleska, tras realizar una visita muy gentil por su parte a éste, nuestro humilde blog, me preguntaba quién es Neo...
Neo, nuestro lindo gatito, lleva con nosotros 4 años y ha sido el ombligo de la casa hasta la llegada de Aitana, momento en el que ha sido relegado a un segundo plano.
La historia de Neo es un poco triste, como de cuento con moraleja. En el mes de agosto de hace 4 años fuimos a pasar unos días de asueto al pueblo de mi padre, una aldeita escondida en los montes de Toledo (España) Ya quedan muy pocas personas que viven todo el año allí, y tampoco queda ganado ni animales de compañia.
Pues estabamos allí, sentados en el porche de la casa de unos amigos, pasando el tiempo porque no hay mucho más que hacer para entretenerse, cuando oímos unos tímidos maullidos. Escondidos en unos ladrillos arrinconados encontramos dos crías de gato. Uno rayado y otro negro. Intentamos cogerlos y en seguida lo conseguimos con el atigrado, en cambio el negro era muy desconfiado y no se acercaba lo suficiente. Durante nuestra estancia les dimos de comer y beber, y al terminar las vacaciones los dejamos con gran pena pero con el compromiso de algunas personas de que los alimentarían y cuidarían.
Al volver en el puente del Pilar, en octubre, sólo encontramos a uno de los gatos (Neo) porque al otro le habían matado algunos niños jugando, sin medir sus fuerzas con el cachorrito. El negro se salvo gracias a su desconfianza.
Era por la noche, llovía y hacía frío y Neo estaba debajo de un coche mirandonos con carita lastimera... Con poca insistencia (y bastante sorpresa) por nuestra parte, se nos acercó y nos permitió llevarlo a casa para pasar la noche, y a partir de ese momento ya no fuimos capaces de volver a abandonarlo a su suerte...
1 comentario:
Ooooooooooh es una historia triste con final feliz, de las que a mí me gustan. A mí me gustan los gatos también, pero les tengo una alergia del horror, así que es una historia de amor bastante "coitus interruptus"
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